Es difícil dar una charla de un poeta, de cualquier poeta, de Miguel Hernández, de su tiempo y compromiso político.
Fue una etapa que marco a toda una generación de poetas, de artistas en nuestro país. Cuantas conferencias se hable de él, se tiene en cuenta esta situación. “Ya lo sabia”, “ya lo sabia”- pensareis.
Bueno, es necesario decirlo.
En la conferencia impartida por José Ángel Monteagudo, se hablo de esta situación con las palabras del poeta homenajeado Miguel Hernández, y lo agradezco, pues las opiniones o conclusiones han de ser individuales, como los propios poemas del autor, como su vida misma.
Me sorprendió gratamente ver y escuchar las colaboraciones de los cantantes de nuestro país, para con el poeta. Es hermoso que las palabras de un poeta sean musicadas, sean laureadas por otras artes cualesquiera que sean estas. Es menos sorprendente que un compañero de trabajo (joven) de José Ángel Monteagudo, no supiera quien era Miguel Hernández. Es triste que se tenga que tararear alguna canción con sus versos, para que le suene de quien estamos hablando, pero es la realidad de estos tiempos. Tarareadme algún día para que sepan quien soy – me dijo.
Qué hacer ante esto, es como preguntarse, ¿qué pasa con las editoriales que publican poesía, venden todo de la primera edición y no realizan al menos una edición más? Pero esto es otro tema y no.
Recito José Ángel Monteagudo, el poema de Miguel Hernández (Las nanas de la cebolla) y lo hizo entrecortado, emocionado por las palabras y no por el efecto que da el olor de la cebolla, valga este sarcasmo para el poeta que se fue por otros lares. “Bien” por José Ángel Monteagudo.
A otros les he oído recitar este mismo poema, muy buenos oradores y poetas por cierto, ninguno de ellos lo hizo tan veraz.
Me parecieron sorprendentes las preguntas del público, me gustaron sus inquietudes al mismo tiempo.
¿Por qué acudir a estas conferencias? En mi caso, aprender es una disposición a querer escuchar.
Autor: Rafael Luna Gómez.
2 comentarios:
Sí, si que es curioso lo de la música, llega a todo el mundo, certera y potente. Me hace gracia lo de "tarareadme", llevas parte de razón.
Así que has estado en una charla sobre Miguel Hernandez: "Desperté de ser niño: nunca despiertes. Triste llevo la boca: ríete siempre.
Siempre en la cuna,defendiendo la risa pluma por pluma..."
En su poesía siempre estaban presentes su mujer y su hijo. Aunque mi poema preferido es ELEGÍA.
Un abrazo.
Mira que bien, no lo sabia, nada de estrañar en mi. Me gusta el que has colgado más que el de Elegía.
Abrazos atronadores.
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