A veces la luna te afecta tanto que pareces una loba.
Ahora entenderás por qué meneo tanto el rabo,
y las babas nadando por tus pezones,
los mordiscos y la obsesión porque te pongas a cuatro patas.
A veces creo que me has mordido.
Dudo si abré orinado en todos los rincones de la casa.
Regreso a ti.
La mirada tierna de una cachorra lobezna
me lame los ojos de luna llena.
Autor: Rafael Luna Gómez.
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