La verdad,
¡qué bueno!.
El mantel y sus cubiertos,
los platos con comida y saber que están llenos.
La verdad,
¡qué bueno!.
Tener fuerza para caminar y que corran los perros,
saber que soy gato y que ya no me espanto.
¡Pero qué bueno!.
Romper un juguete sin tener miedo,
hacer y deshacer,
porque si, -porque quiero-.
Abrazar a la lágrima del desconsuelo,
al labio del amante y al amor verdadero.
La verdad,
¡qué bueno!.
Tener la piedra como agua,
como tiene el mar a la tierra.
Tener la vida por montera.
Eso… ¡qué bueno!.
No mentirse, ni mentir,
saber de lo bueno.
La verdad en todos,
eso… eso es lo bueno.
Que no te confundan,
así todo, ¡qué bueno!.
Para los ricos y los pobres:
la verdad para todos;
eso… eso es lo bueno.
Así todo, ¡qué bueno!.
Para los animales y las plantas:
vivir…vivir es su verdad.
La verdad ¡qué lindo!.
La verdad ¡qué bueno!.
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