Con este sefardita,
con el que ungí el gaznate de copas,
compartí otros miedos,
más allá de los que provoca su espada toledana.
Le escupí cierto pensar
con el que no quise agraviar, y me lamento…
Pues mi dedo alzado
amenaza a los culos hemorroidales
de los neardentales males que someten al mundo.
En el que su figura
es otro dedo provocador
amenazando al tirano opresor.
En su memoria una biblioteca
que me hace pensar,
algún día se sentará en un sillón de cuero y pondrá un condón
en mi lascivo dedo.
Autor: Rafael luna Gómez.
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